La frontera: dos meses de cierre sin soluciones

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En la noche del 19 de agosto, el presidente Nicolás Maduro tomó una decisión sorpresiva: “He dado instrucciones a la Fuerza Armada Nacional Bolivariana de cerrar la frontera con Colombia en San Antonio del Táchira y en Ureña de manera inmediata por 72 horas”.

Sus palabras, difundidas por radio y televisión, tuvieron un efecto devastador en la frontera colombiana. No fueron 72 horas, el cierre se extendió indefinidamente; la medida se aplicó, posteriormente, a La Guajira y Arauca, generando problemas para los empresarios de la zona y para las comunidades que, como la wayúu, estaban acostumbradas a cruzar la frontera todos los días.

Maduro justificó el cierre por el ataque que sufrieron tres militares venezolanos en San Antonio del Táchira. Esa misma semana desplegó una operación militar para “erradicar el paramilitarismo de la frontera”. Producto de esta fueron deportados 1.097 colombianos, según cifras de Naciones Unidas. Por miedo a ser expulsados por la Guardia Venezolana, 18.377 colombianos regresaron voluntariamente al país. Las cifras no han variado desde el 21 de septiembre, día en el que se reunieron los presidentes Juan Manuel Santos y Nicolás Maduro en Ecuador.

Este encuentro no solo sirvió para atenuar la tensión diplomática que era evidente entre ambos países (el problema había llegado a instancias de la Organización de Estados Americanos, organismo que no aceptó realizar una reunión de cancilleres para tratar el problema en la frontera), sino que fue el escenario ideal para definir unos compromisos bilaterales para enfrentar los inconvenientes fronterizos.

La atención de las últimas semanas se ha centrado en el cumplimiento de los siguientes compromisos: retorno inmediato de los respectivos embajadores; realizar una investigación sobre la situación en la frontera; trabajar en la progresiva normalización de la frontera; reunir a los equipos de ministros para trabajar en los problemas binacionales, y lograr la “coexistencia de modelos económicos, políticos y sociales” entre ambos países.

Además del retorno inmediato de los embajadores, Colombia y Venezuela han logrado acordar reuniones entre los ministros de Defensa, quienes prometieron crear un Centro Binacional de Lucha Contra el Crimen Organizado Trasnacional. Venezuela también accedió a crear un corredor humanitario para que los estudiantes colombianos puedan asistir a clases, y permitió, además, que las familias que en un primer momento fueron deportadas pudieran regresar por su enseres.

 

Fuente: El Colombiano.com 
Imagen tomada como referencia 
http://www.elcolombiano.com/la-frontera-dos-meses-de-cierre-sin-soluciones-EG2899644

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