¿Qué tan "colgadas" van las obras del túnel de La Línea?

La principal obra de infraestructura del país avanza gracias a mujeres que pilotan máquinas que lucen como robots, equipadas con martillos a lado y lado para perforar paredes y montañas. Aunque en realidad es una sola mujer la que hace aquello. Se llama Martha, y en el túnel de La Línea todos la conocen como ‘la jumbera’ debido al aparato que ella maneja; el jumbo.
Martha vive a una hora del túnel, en el municipio de Cajamarca, departamento del Tolima, así que debe madrugar a diario. Se levanta a las 3:00 a.m., le prepara el desayuno a sus dos hijos, también el almuerzo, y a eso de las 4:45 a.m. está lista para subirse al vehículo del consorcio encargado de terminar la obra. A las 6:00 a.m. está trabajando, y regularmente termina a las 5:00 p.m., aunque el miércoles pasado después de esa hora continuaba con sus labores.
Tal vez por eso dijo con su rostro empapado de sudor y cubierto de salpicaduras de un lodo grisáceo que a veces se frustra cuando escucha en la radio malas noticias sobre la obra, o periodistas que critican que aún en 2018 el proyecto no esté terminado.
– Atravesar una cordillera no es fácil – comentó, y enseguida prendió su ‘robot’ para perforar una pared e inyectar un perno con la premura de quien no tiene tiempo que perder.
Evidentemente, atravesar una cordillera, en este caso la central, no es fácil, decía un día después el director del Instituto Nacional de Vías, Carlos García, al tiempo que, de pie, extendía un plano para explicar el proyecto.
La idea del Gobierno, dijo, es conectar a Bogotá con el principal puerto exportador de Colombia, Buenaventura, a través de dobles calzadas. Y para lograrlo es primordial terminar el tramo entre el municipio de Calarcá, en el Quindío, y Cajamarca, en el Tolima.
Fuente: http://www.eluniversal.com.co/colombia/que-tan-colgadas-van-las-obras-del-tunel-de-la-linea-270540
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