La calle 63 sería la primera autopista urbana de Bogotá

Una de las grandes apuestas para mejorar la movilidad en Bogotá es lograr la construcción de autopistas urbanas mediante la figura de Asociación Público Privada (APP) y teniendo como una fuente de financiación un peaje urbano.
El primer trazado que se tiene contemplado en ese sentido es el de la calle 63, que iría desde la avenida Circunvalar hasta el sector conocido como Devisab, ubicado en la vía a Funza (Cundinamarca). En total serían 17,8 kilómetros; de estos, 15 dentro de Bogotá y 2,8 en el municipio del occidente. Aunque el proyecto aún está en prefactibilidad, la estructuración la realiza el Departamento Nacional de Planeación (DNP) y se espera que en mayo esté lista la factibilidad.
El Instituto de Desarrollo Urbano (IDU), a través de su titular, Yaneth Mantilla, firmó un convenio con el DNP para estructurar la prefactibilidad y factibilidad del proyecto. “Estamos a la espera de que sea presentado al Distrito para poder evaluarlo y tomar las decisiones sobre el eventual inicio de los diseños en detalle y la estructuración financiera que permitiría desarrollar la obra”, agregó la funcionaria.
EL TIEMPO logró establecer que esta vía de 67,5 metros de ancho tendría una calzada para TransMilenio, que iría desde la avenida Caracas hasta la carrera 122 e incluiría 19 estaciones y un patio portal. Se espera que movilice más de 160.000 usuarios al día.
Otro carril es para el transporte mixto y uno más ancho, que es exclusivo, por el cual solo se podría transitar pagando peaje. También se construirían una ciclorruta y andenes a cada costado del trazado.
El proyecto incluiría una intersección con la futura Avenida Longitudinal de Occidente (ALO) para tener acceso al aeropuerto El Dorado. Otra de las proyecciones que ha realizado el DNP es que la demanda promedio sería de 12.000 vehículos diarios en algunos tramos y, en otros, alcanzarían hasta 25.000 vehículos día.
“La duración estimada de la concesión sería de 25 años, incluida la etapa de construcción, que tomaría aproximadamente tres años. Los costos estimados de construcción para este corredor oscilarían entre 1,9 y 3,3 billones de pesos”, señaló el DNP.
Hay que tener en cuenta que uno de los grandes beneficios para la movilidad en este tipo de infraestructuras es que no tienen intersecciones viales. En el caso de la calle 63 se espera que en los puntos en los que se cruza con las avenidas Caracas, NQS, 68, Boyacá, la carrera 70, la Ciudad de Cali y la futura ALO, se construyan intersecciones a desnivel, elevadas o subterráneas, para que funcionen como autopistas.
Para Darío Hidalgo, experto en movilidad, uno de los retos es la solución de pasos peatonales para no crear barreras urbanas. “Algo valioso de las propuestas de nuevas autopistas urbanas por APP que estudia la administración es que se trata de vías completas, con espacio público peatonal, ciclorrutas y prioridad de transporte público. Los corredores con peaje no serían simples vías sin intersecciones, sino corredores de movilidad”, asegura.
El DNP es enfático en señalar que “en cada caso el consultor ha evaluado diferentes tipos de soluciones técnicas que den prioridad al proyecto, sin afectar la movilidad de otros modos esenciales para la ciudad como TransMilenio y los no motorizados. No obstante, por tratarse de una APP, es importante resaltar que los diseños definitivos del proyecto serán realizados por el concesionario que resulte adjudicatario”. A esto se suma que el proyecto final podrá variar con respecto a la información que hoy está en estudio.
Fuente: http://www.eltiempo.com/bogota/calle-63-primera-autopista-urbana-de-bogota-180196
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