Las vías por concesión que pasan por Risaralda

Cincuenta años de vida administrativa del departamento de Risaralda merece un reconocimiento por la dinámica en su desarrollo económico y social. La economía cafetera ha sido un diferenciador que le permitió avanzar en la acumulación primaria de capital para poder consolidar infraestructura de servicios públicos, escuelas, viviendas y vías.
En cuanto a las vías, la economía cafetera permitió la apertura de carreteras terciarias y secundarias. Estas facilitan la comunicación entre los diferentes municipios y de estos a las diferentes veredas y corregimientos. Muchas siguen siendo destapadas y su deterioro es permanente y por ello demandan frecuente mantenimiento dependiendo de las condiciones climáticas y geológicas.
La categorización de las vías en el país va desde las primarias a cargo de la nación, secundarias a cargo de los departamentos y terciarias a cargo de los municipios. Aunque estas competencias no son tan precisas debido a la debilidad financiera de muchos departamentos y municipios, entonces se tienen muchas vías terciarias y secundarias a cargo de la nación o de los departamentos, pero con recurso que le transfiere la nación.
La categoría de las vías primarias que están a cargo de la nación al paso por Risaralda están en su mayoría concesionadas. Pereira - Manizales – Armenia (autopista del café), Pereira – La Victoria(Conalvías) y La Virginia – Irra (Pacifico 3), son tres concesiones que la nación ha adjudicado sin que los actores del desarrollo del departamento hayan sido muy activos participando en la estructuración de las mismas. La primera de esas concesiones vence en el año 2027 y la segunda en el año 2019, sin que los actores del desarrollo de Risaralda presenten la necesaria proactividad para concertar con la nación y los proponentes (iniciativa privada) las ampliaciones de dichas concesiones y garantizar que esas estructuraciones se reflejen las verdaderas necesidades del desarrollo de la infraestructura vial primaria de Risaralda.
La recomendación es empezar a discutir y concertar que necesita Risaralda que se estructure en obras viales relacionadas con la concesión Autopista del Café para que al momento del vencimiento en el año 2025 no pase lo que sucede hoy con la concesión Pereira – La Victorial cuyo concesionario (iniciativa privada) que previendo el vencimiento de dicho contrato en el año 2019, estructuró el proyecto “segunda calzada Cerritos – La Virginia y mejoramiento de Pereira – La Victoria” como una propuesta para viabilizar el nuevo contrato por otros 25 años al vencimiento de la actual concesión.
El problema es que la gente se dio cuenta tarde que la prioridad era ampliar, mejorar, y/o construir un tercer carril entre Pereira y Cerritos, pero esto no se concertó, estructuró ni diseñó con suficiente tiempo de anticipación. Hoy sería un riesgo gigante dejar a un lado el proyecto diseñado y entregado al gobierno nacional para construir la segunda calzada Cerritos – La Virginia para iniciar la estructuración de una nueva propuesta del “tercer carril” sobre la vía Pereira – Cerritos.
Las dos propuestas en este momento son excluyentes porque los recursos del peaje a 25 años tendrían la capacidad financiera para una u otra. Con dicha decisión hay un riesgo que no puede correr el departamento de Risaralda y es dejar vencer la concesión Pereira – La Victoria sin que se tenga estructurado, tramitado, aprobado y adjudicado un nuevo contrato de concesión.
Esto dejaría que los recursos del peaje de cerritos reviertan a la nación, el mantenimiento y operación de dicho eje vial volvería a estar a cargo de Invías y Risaralda a depender de la voluntad y los tiempos del gobierno central en Bogotá. Para los risaraldenses los costos del peaje serían los mismos, pero irían a una bolsa común del presupuesto general de la nación. ¿Este sería el regalo para Risaralda a propósito de sus 50 años?
Fuente: El diario.com.co
Imagen tomada como referencia
http://www.eldiario.com.co/seccion/OPINION/las-v-as-por-concesi-n-que-pasan-por-risaralda1702.html