Obras que no dan espera

Claro que Dosquebradas necesita mucho más que cinco obras de infraestructura vial para atender la urgente necesidad de descongestionar sus vías y normalizar el tráfico automotor por sus principales avenidas y lugares más acostumbrados; pero cualquier obra que se haga bien hecha y con una buena proyección, es un avance importante y un aporte significativo a la solución de un problema que hoy tiene el progreso de la ciudad completamente frenado.
Por eso, es tan valioso el programa que hoy adelanta la administración del alcalde Fernando Muñoz y que consiste en la construcción de cinco obras de infraestructura vial en aquellos sectores donde el tráfico y la congestión ha hecho crisis, y de no dársele solución inmediata va a ser imposible el tránsito por Dosquebradas.
La administración lo que ha hecho es escoger, entre una treintena de obras que se requieren para actualizar la ciudad al flujo que hoy tiene, las cinco que mayor impacto pueden tener en la movilidad y que más pueden contribuir a aliviar una situación a la que nunca se le ha puesto la atención debida, y comprometerse a realizarlas inmediatamente y, sobre todo, con una sana proyección de largo plazo.
Nadie puede dudar hoy, por ejemplo, de la necesidad de atender el trancón que se forma a la entrada y salida del Viaducto en el sector de La Popa. Por razón del diseño y, obviamente, del creciente tráfico, allí se arma un nudo insoluble que solamente con unas obras adicionales como las que contempla el plan de intervención que está a punto de poner en ejecución el Instituto de Desarrollo Municipal, se puede desatar.
Y así hay por lo menos una docena de puntos críticos en Dosquebradas que no solamente la han convertido en un lugar inaccesible y molesto para todo el que tiene que ir por obligación a la vecina ciudad a hacer cualquier gestión, sino en un obstáculo insalvable para su crecimiento y desarrollo urbanístico, comercial, institucional y de servicios.
Ir hoy a Dosquebradas a una actividad cualquiera, es una verdadera odisea. No hay una sola ruta por donde se pueda transitar sin el riesgo de quedar atrapado en uno de los trancones insolubles que se suelen armar en todos los cruces viales importantes del municipio y no llegar nunca al pretendido destino. No se exagera si se dice que hemos regresado a los años en que, por ejemplo, ningún taxi hacía una carrera a Dosquebradas, estando en Pereira, o viceversa si se estaba al lado norte del Viaducto.
Celebramos, pues, el inicio del plan de obras que ha diseñado la administración del alcalde Fernando Muñoz. Ojalá, no se presenten más tropiezos y quienes han tomado esto como bandera política de oposición, entiendan que el problema de movilidad que tiene Dosquebradas no da un día más de discusión y mucho menos de espera.
Fuente:http://www.eldiario.com.co/seccion/EDITORIAL/obras-que-no-dan-espera1806.html
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