Portachuelo-Casablanca: ¿por qué en un solo sentido?

La variante se construyó para agilizar el viaje y evitar el ingreso a Zipaquirá. Luego de años de retraso para entregarla, hoy sólo funciona en un sentido. Alcaldía dice que es por seguridad vial.
La polémica alrededor de la variante Portachuelo-Casablanca, en la vía Bogotá-Bucaramanga, se mantiene. Primero fue por su construcción; luego por definir quién debía hacer la intersección para conectarla con la doble calzada Bogotá-Zipaquirá, y ahora, que está en servicio, por estar habilitada en un solo sentido, pese a que se trazó para que los viajeros y los camiones de carga ahorraran tiempo.
Así lo relatan algunos usuarios, que consideran absurdo que sólo la puedan usar quienes van rumbo a la capital de Santander, mientras aquellos que regresan a la capital tienen que cruzar por Zipaquirá y soportar su congestión. “Se está desaprovechando una obra que costó $35.000 millones, al impedir la doble circulación”, señaló un conductor.
La historia detrás de este tramo es larga. En 2001, la Agencia Nacional de Infraestructura (ANI) firmó un contrato con la unión temporal (UT) Los Comuneros, para la rehabilitación de los 370 kilómetros de la vía a Zipaquirá-Bucaramanga. Como parte del convenio se encomendó la construcción de una variante que conectara ese corredor con la doble Bogotá-Zipaquirá, sin pasar por el municipio de la Catedral de Sal.
En 2012, ad portas de terminar su contrato, la UT entregó un corredor de dos carriles que, en el sentido Bucaramanga-Bogotá, arrancaba a la altura de la ladrillera Arca. Allí hicieron una intersección que daba paso a un trazado de siete kilómetros, señalizados para operar en doble sentido. Sin embargo, la vía quedó incompleta, pues faltaron 170 metros para llegar al sector T de Portachuelo y cumplir la función para la que fue concebida.
La primera explicación fue que no tenían todos los predios. Pero había otra: la zona era el límite entre la UT que construyó la variante y la concesión Devinorte, encargada de operar la vía Bogotá-Zipaquirá. Para ese momento, la ANI no tenía claro quién debía construir la intersección. Aunque la UT presentó una propuesta, con estudios, diseños y fuentes de financiación, la ANI la rechazó y adjudicó la obra a Devinorte.
En mayo de 2015 finalmente se inauguró la vía. En su momento, el vicepresidente Germán Vargas Lleras dijo que la variante evitaría el ingreso del transporte de carga al casco urbano de Zipaquirá, “convirtiéndose en un polo de desarrollo vial para la región”. Aunque la vía empezó a operar en dos sentidos, meses después los viajeros tuvieron una sorpresa: la dejaron en un solo sentido.
Hoy, los que viajan a Bucaramanga pueden acceder a la variante por la glorieta en el sector Portachuelo y en 10 minutos salir cerca al peaje de Casablanca. Los que vienen para Bogotá, como está prohibido el acceso, deben pasar por Zipaquirá. Si bien esta ruta también es de ocho kilómetros, la congestión hace lento el viaje.
¿Y quién define?
A pesar de las críticas sobre esta decisión, al consultar quién debe revisar la medida no hay mucha claridad. La Alcaldía de Zipaquirá dice que es potestad de la ANI; la ANI, que la carretera es ahora responsabilidad de Invías, y el instituto, que fue la ANI la que les entregó la vía así. En lo que coinciden es en que la decisión se debió a los índices de accidentalidad, aunque ninguno entrega cifras que respalden la medida.
“La variante la habilitaron en doble sentido, pero la pasada administración lo cambió por la accidentalidad. Aunque algunos creen que con esto se pierde el objeto de la variante, nosotros no lo creemos así”, dijo Guillermo Gaitán, secretario de Movilidad de Zipaquirá, quien agregó que, ante la petición de algunos viajeros de habilitarla de nuevo en doble sentido, esa debe ser una decisión compartida entre la ANI y el municipio. “En principio debe ser de la ANI, ya que ese tramo no es casco urbano”, agregó.
La ANI, por su parte, es más detallada en su respuesta. Lo primero que explicó fue que el corredor estuvo bajo la operación de uno de sus concesionarios hasta julio del año pasado, cuando se entregó al Instituto Nacional de Vías (Invías). Y que desde que se puso en servicio y mientras estuvo bajo su manejo se tomaron medidas de seguridad, como la instalación de semáforos, instalación de dispositivos, demarcación vertical y horizontal para que operara en doble sentido.
No obstante, el municipio y la Policía recomendaron dejarla en un sentido, debido a los altos índices de accidentalidad y a la insuficiencia de carriles de incorporación, lo cual generaba peligro para la integridad de los usuarios. “Por eso se optó por que la variante operara en un solo sentido, Bogotá-Bucaramanga, a excepción del plan éxodo, donde opera en doble sentido, con los debidos controles ejercidos por la Policía”, señaló el vocero de la ANI.
Al preguntar sobre la solicitud de algunos conductores de que se habilite la vía en doble sentido, el vocero de la ANI indicó que por ahora permanecerá así, mientras se estructura un nuevo proyecto para mejorar las condiciones de seguridad en este sector y es viable la habilitación de la variante Zipaquirá para su uso bidireccional. “Por lo anterior sería importante consultar con el Invías, si a través de dicho instituto se mejorarán las condiciones para que se dé la habilitación en doble sentido dicha variante”.
Fuente: https://www.elespectador.com/noticias/bogota/portachuelo-casablanca-por-que-en-un-solo-sentido-articulo-804957
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