Vías 4G les ganan la batalla a comunidades fantasmas

Las vías de cuarta generación (4G) aprovecharon el freno de los cierres financieros durante el 2017, para meterles el acelerador a las consultas previas.
Estas, que han sido uno de los palos en la rueda para el avance de las obras, terminan el año con 91 por ciento de viabilidad. Un informe de la Agencia Nacional de Infraestructura (ANI) señala que de los 34 procesos certificados por el Ministerio del Interior, 31 ya fueron protocolizados, es decir, ya se llegó a un acuerdo.
Estos trabajos han requerido un músculo financiero importante por parte de la ANI, el Mininterior y los dueños de las concesiones. Por un lado, el Gobierno invirtió más de 50.000 millones de pesos este año, mientras que los concesionarios le inyectaron, en promedio, casi el doble (unos 99.000 millones de pesos).
Sobre los demás, la ANI aseguró que “con los avances que logramos este año, facilitamos el desarrollo de proyectos de infraestructura de vital importancia para la conectividad de diversas regiones del país y el aumento de la competitividad en todo el territorio nacional”.
Esto, vale decirlo, solo ha aplicado para 8 de los 33 proyectos 4G que se han adjudicado. Concretamente, durante este año, la entidad realizó 21 consultas con comunidades negras que habitan los departamentos de Antioquia, Cauca, Valle del Cauca, Cesar, Bolívar, La Guajira y Atlántico, específicamente, para los proyectos Vía al Mar 1, Popayán-Santander de Quilichao, Mulaló-Loboguerrero y Cartagena-Barranquilla.
En el caso de los indígenas, se desarrollaron con 13 de estos grupos étnicos en los departamentos de Pasto, Putumayo, Cauca, Tolima y Huila, territorios donde se ejecutan los proyectos Pasto-Rumichaca, Neiva-Espinal-Girardot y Santana-Mocoa-Neiva. El otro proyecto afectado era la autopista Cesar-La Guajira, pero este año tuvo su estocada final, debido a que –si bien logró protocolizar una de sus consultas– el concesionario dio inicio a la reversión del contrato, toda vez que una acción judicial frenó la puesta en marcha de un peaje, lo cual hizo que el proyecto fuera financieramente inviable.
Entre tanto, la concesión Mar 1 (que unirá el túnel de Occidente-San Jerónimo-Santafé de Antioquia-Bolombolo) está dando cumplimiento a la ruta metodológica pactada con el Consejo Comunitario de Tafetane, con lo cual completaría su trámite social pendiente en el 2018 y quedaría con luz verde para iniciar otra de sus unidades funcionales (tramo de la vía).
En el caso del proyecto Popayán-Santander de Quilichao aún tiene pendientes dos de estos procesos, los cuales resolvería en el 2018.
Fuente: http://www.eltiempo.com/economia/sectores/vias-4g-les-ganan-la-batalla-a-comunidades-fantasmas-166162
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