Vía de la Prosperidad, una ‘papa caliente’ que espera a Santos

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La adjudicación de la millonaria obra, en la que hay intereses contractuales y políticos, ha sido cuestionada por el propio Gobierno Nacional.

En medio de las preocupaciones propias de su campaña en busca de la reelección, el presidente Juan Manuel Santos deberá resolver el pulso que sostienen la ministra de Transporte, Cecilia Álvarez-Correa, y el gobernador del Magdalena, Luis Miguel Cotes, por los líos en la adjudicación del primer contrato para mejorar la llamada Vía de la Prosperidad en ese departamento.

Álvarez-Correa es, a juicio de diversos analistas, uno de los “ministros estrella” del gabinete santista, un equipo que ha sido cuestionado incluso por congresistas que apoyan la reelección del mandatario.

Al considerar que en la licitación LP-DM-07-2012 se dieron “algunas irregularidades” que vulneran los recursos públicos, la funcionaria ha mantenido una posición crítica frente a las actuaciones de Cotes.

Pero, pese a las advertencias, tanto del Ministerio del Transporte como del Invías –esta entidad aporta en nombre de la Nación $266 mil millones para la obra–, Cotes siguió adelante con el proceso y el 4 de octubre de 2013 firmó del Contrato 617 por $432 mil millones con el consorcio Ribera Este, cuyo objetivo es mejorar los primeros 52,6 kilómetros de la Vía de la Prosperidad, entre Palermo y Guáimaro, obra que ha sido esperada durante 50 años.

La desatención del mandatario magdalenense agudizaron el enfrentamiento con la Ministra y en su contra se desencadenaron varios procesos por las quejas de la funcionaria: uno disciplinario en la Procuraduría, que ya le elevó cargos; otro jurídico en la Corte Constitucional, por una tutela que Álvarez-Correa presentó contra el contrato adjudicado, y un tercero de carácter penal –el más reciente– en la Fiscalía. 

Fuente: El Heraldo.co

 

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