El hurto de gasolinas, turbosina, gas LP, diesel, grasas y hasta petróleo crudo durante décadas, podría ser mucho mayor a los 66 mil millones de pesos que estima este nuevo gobierno.
Los petrolíferos los sustraen en las refinerías mismas, en las terminales de almacenamiento y reparto (TAR) y hasta en los buquetanques que están en los puertos.