Por lo menos dos líneas de metro, ocho troncales de TransMilenio (TM) y varias megavías son las obras que Bogotá debería tener en operación, pero que no ha logrado consolidar.
Incluso, las administraciones distritales de la década pasada estimaban que, para este momento, el Sistema Integrado de Transporte Masivo debería cubrir todos los corredores arteriales de la capital.