Se reemplazarían alrededor de 4.000 vehículos, que según el alcalde de Bogotá, Gusta Petro, salen anualmente de circulación.
La agremiación de taxistas argumenta que ni los conductores ni la ciudad están listos para asumir el cambio a tantos vehículos de este tipo, teniendo en cuenta que hacen falta puntos de recarga y repuestos para este tipo de vehículos y la socialización de la norma.